Té para tres

Que tal de nuevo amigos mios, una noche más,una historia más,una lectura más, en esta ocación
sin dar tanto rodeo es una historia de igual manera bastante triste como las ultimas liricas, esta pequeña historia
y letra se la dedicare nada más ni nada menos a mi amada madre quien ha sabido bastante, y en carne propia
lo que es sufrir y soportar dolor intenso, no solo al físico me refiero, si no también al sentimental al que ha sido
sometida.
Esta historia va de lamano junto con la del mes de octubre (Despiertenme cuando termine septiembre) en primera
instancia, no solo va el dolor reflejado de un servidor también algunos sentimientos que una mujer tiene al perder
a la pareja quien la acompaño mas de la mitad de su vida, el padre de sus hijos, la persona con quien había creado
una familia, creo yo que es uno de los más grandes dolores que un ser humano puede experimentar, en resumidas
cuentas, no solo fue soportar el dolor propio si no tratar de cargarlo y dar animo a los propios hijos quienes de igual
forma se hallan destrozados por tal acontecimiento, ahora bien para entrar un poco con la historia y haciendo alución
a la canción del día de hoy, estupenda obra del maestro Gustavo Cerati, que lleva de nombre "Té para tres" una
voz y acustica muy tristes para una letra de igual manera, hablando de la perdida de un ser muy especial.

Después de la perdida de mi padre, tratamos de seguir con nuestras vidas, lo cual fue algo bastante complicado,
puesto que nunca habiamos experimentado tal soledad, cada día que pasaba se tornaba frio por la temporada que se
avecinaba, eran las fechas de principios de noviembre, sada mañana amanecia el cesped lleno de hielo d las incesantes
heladas, en la casa rondaba un ambiente cruel y vacia por la falta de la figura de autoridad que era mi querido padre,
por ese entonces mi gran abuelo, padre de mamá se hallaba algo enfermo sin embargo con el gran alboroto que causo
el suceso de papá dejamos a un lado ese inconveniente, hasta mediados de el siguiente mes
que fue ingresado a un hospital
de la región, en donde finalmente fallecería, gran alboroto fue en lo que fue la cuna de mi madre ya que mi abuelo
era un  gran simbolo formo uan familia de 10 hermanos logrando ser dueño d grandes tierras,buen padre, gran amigo
fiel esposo, fue despedido con lagrimas, las cuales las mas crueles fueron ofrecidas por mi madre, ya que no solo tuvo
que soportarel dolor de haber perdido a su marido, si no también soprtar el dolor de haber perdido a su padre, sentimiento
experimentado por un servidor algo tan cruel que un ser humano no debe ser sometido, su mundo lleno de lagrimas
no era para más sin embargo no se djo derrumbar, dando así paso hacia la resignación dejando a ambos hombres
en un recuerdo de amor
y experiencias, de vida, aprendizaje y pasión.
esa lluvia derramada son las lagrimas que ella arrojo al suelo, cada sonrisa fingida era una poca de miel no suficiente para
lograr dulcificar el sufrimiento o amortiguarlo, aquel eclipse no solo fue la caida de un padre si no de un
 abuelo de un origen
de la propia filogenia, dejando ciegos de dolor nuestras vidas y si yo vi que lloraba por Él,
aún asi seguire diciendo por
muchisimos años no hay nada mejor que casa, nuestra casa, nuestra familia!

Las tazas sobre el mantel,
la lluvia derramada.
un poco de miel, un poco de miel,
no basta...

El eclipse no fue parcial,
y cego nuestras miradas.
te vi que llorabas, te vi que llorabas,
por el...

Te para tres.

Un sorbo de distraccion,
buscando decifrarnos.
no hay nada mejor, no hay nada mejor,
que casa.

te para tres...